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"Siempre es más valioso tener el respeto que la admiración ( Jean Jacques Rousseau )"



Agustín Arques Jover "Pare Arques"

Agustín Arques Jover nació en Cocentaina el 30 de abril de 1734, en el seno de una antigua y acomodada familia contestana. Se inició en las primeras letras y en la Gramática, según el propio Arques manifiesta, en su ciudad natal.

A los 15 años vistió el hábito de Nuestra Señora de la Merced en el Convento de Santa Lucía de Elche. Procesó en el Real Convento de Valencia, y al año de su aprobación estudió un curso de Arte. Tres años después estudió Filosofía y Teología durante cuatro años. El 6 de junio de 1756 cantó misa en el Convento del Milagro de Cocentaina.

Por sus varias traducciones de textos extranjeros, conocemos que dominaba varias lenguas, entre ellas el francés y el italiano. En el caso de Francia no solamente practicó el idioma sino que, como hombre de su tiempo, se dedicó a conocer profundamente las enseñanzas de la ilustración, hecho que marcaría su espíritu liberal y progresista.

Lo más destacado de su personalidad tal vez sea su capacidad de trabajo, que unido a su inteligencia y conocimientos le permitió realizar numerosas actividades como:

• la docencia
• el ejercicio de cargos de responsabilidad en su orden mercedaria
• la escritura de numerosas notas y manuscritos, basados en una rigurosa investigación

y compatibilizando todo ello, con un gran amor por su pueblo, y por sus Patronos San Hipólito y La Virgen del Milagro.

El Padre Arques deseando dejar una memoria perpetua de su reconocimiento al Patrio suelo y a su patrón, regala a Cocentaina parte de las reliquias de San Hipólito que había encontrado en sus investigaciones en Sevilla. Además dedicó a su santo patrón, himnos, antífonas y oraciones que fueron aprobadas en Roma.

A la patrona le dedica uno de sus manuscritos: Breve Historia de Nuestra Señora del Milagro de Cocentaina.

En un principio el Padre Arques se dedicó a la docencia, ganando varias oposiciones, que le permitieron el ejercicio de la enseñanza en Arte, Filosofía y Teología.

Pero su personalidad, inteligencia, amplios conocimientos y gran capacidad de trabajo no pasaron desapercibidas en la Orden de la Merced, donde ocupó distintos y elevados cargos, como:

• En 1777 Visitador y Comisario Provincial
• En 1778 Archivero de la Secretaría General
• En 1782 Archivero General de la Orden en Madrid
• En 1784 Cronista General de la Provincia de Valencia
• En 1787 Definidor General de la Provincia de Valencia
• En 1790 Elector General
• En 1793 Archivero General
• Y en 1794 se le concedía al Padre Arques el honor, gajes y encomiendas de Padre de la Provincia, en atención a lo mucho que había trabajado por la Orden de la Merced

Su extenso trabajo como escritor estaba alimentado por una gran pasión por la investigación.

En la Biblioteca Nacional se conocen 29 obras en 40 volúmenes, que dan fe de la importancia de su producción. No obstante hay otros historiadores que asignan al Padre Arques 57 obras, a parte de los 11 volúmenes, que todavía se conservan en el Archivo Parroquial de Santa María de Cocentaina. Todas ellas se hallan referenciadas en la publicación de los profesores citados de la Universidad de Alicante.

Su título más representativo es "Colección de Pintores, Escultores Desconocidos Sacada de Instrumentos Antiguos Auténticos", muy importante para a historiografía del arte en España. Dicha otra fue publicada por la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, antecesora de la CAM, y promovida y distribuida por el Ayuntamiento de Cocentaina

Sobre esta obra destacaremos dos particularidades:

A) Es la primera vez en que se publica este manuscrito atribuyéndose la autoría del mismo al Padre Arques, pues han sido incontables las citas y extractos del mismo que se han realizado sin mencionar al autor.

B) El objetivo primero de este manuscrito fue el acopio de datos para una Historia de Cocentaina

En esta obra se citan artistas y profesionales nacidos en Cocentaina, y otros que sin ser de la población habían realizado trabajos en Cocentaina. Veamos algunos:

AGULLÓ (Francisco), pintor natural de Cocentaina, que doró el altar mayor del Convento de San Sebastián (PP. Franciscanos)

ALIPRANDI (Antonio), escultor, milanés de nación, que realizó a sus expensas la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles de Porciúncula, en una de las torres que están en el huerto del Convento de las Monjas Clarisas, así como las estaciones que están en el mismo huerto.

BORRAS (P.Fray Nicolás), pintor, natural de Cocentaina, que pintó

‾ el retablo de la parroquia de San Salvador
‾ una pintura de San Nicolás en la iglesia de Santa María
‾ dos rostros de Jesús y Mª en la sacristía de la iglesia de Santa María
‾ un retablo para la iglesia del Salvador, que fue donado a Fraga y sustituido por otro nuevo
‾ un retablo de Nuestra Señora de los Ángeles en el convento de San Sebastián (PP. Franciscanos)

CAMBRA (Domingo), escultor, natural de Cocentaina, que hizo el retablo mayor del Convento de San Sebastián

DOMENECH (Francisco), pintor de Cocentaina y natural de esta Villa, que pintó el retablo de los Reyes Magos de la parroquia de Santa María

MATHEI (Paulo), pintor napolitano, célebre por tener muchas pinturas en España, pero tal vez las mejores los seis retablos grandes que hay en la Iglesia de Nuestra Señora del Milagro

En otras obras del Padre Arques se citan varios pintores, arquitectos, carpinteros, albañiles, canteros, plateros, etc. naturales de Cocentaina o que habían realizado determinadas obras en esta Villa.

Uno de los proyectos más ambiciosos del Padre Arques que no llegó a culminar, fue el escribir la Historia de Cocentaina. Para ello trabajó durante más de treinta años en la investigación y registro de los archivos locales, acumulando diversos materiales, que, como apuntamos más arriba, un siglo después (1.920) el Padre Fullana aprovechó para escribir su Historia de Cocentaina. Su interés por desenterrar nuestro pasado le llevó a dedicar muchas horas a reseñar documentos valiosos y libros de Cort de Justicia del archivo municipal, además de los legajos del archivo de los Duques de Medinaceli que en su día se conservaban en el Palau Condal, y que un día, como tantos otros que acudió a consultarlos, se encontró que habían sido trasladados a la casa madre en Sevilla, sin previo aviso. Huelga decir que su enfado fue mayúsculo, y estamos seguros que fue el único en su tiempo que sufrió tal ataque de ira. De haber sido más los iracundos, estamos seguros que el archivo aún permanecería entre nosotros, en estos momentos.

Finalmente indicar que la labor del Padre Arques no se circunscribió solamente a la investigación, sino que recuperó y ordenó muchos documentos que sin su intervención se hubieran perdido. Por ello a finales del pasado año investigadores de la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma, del Monasterio del Puig de Valencia, y del Instituto Histórico de Salamanca, visitaron el Archivo Municipal de Elche donde se han descubierto valiosos fondos pertenecientes al Padre Arques, que se están digitalizando por la importancia de sus contenidos.

Murió en Valencia el 14 de junio de 1808.
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