L'Orxa contará con un grupo de voluntarios cuya misión será la de contener los incendios que se puedan registrar en el municipio hasta la llegada de los medios de extinción. La iniciativa tiene su origen en la larga distancia que separa el pueblo del parque de bomberos, concretamente 32 kilómetros y por carreteras sinuosas. La localidad, además, tiene industrias y está rodeada de masas forestales.

El asunto fue abordado el pasado lunes en el transcurso de una entrevista que el alcalde de L'Orxa, Arnaldo Dueñas, mantuvo con el presidente de la Diputación, César Sánchez, en el Palacio Provincial. De acuerdo con la información facilitada por el primer edil, lo que se pretende crear es un nido de emergencia. «Contamos –dijo– con un grupo de personas voluntarias que en caso de incendio llevarían a cabo la primera intervención, con el objetivo de contener el fuego y dar tiempo a la llegada de los bomberos».

El problema, resaltó, es la lejanía del parque comarcal, lo que propicia que el tiempo de desplazamiento sea demasiado largo y que los daños en caso de incendio alcancen normalmente grandes proporciones.

Dueñas destacó que «en el pueblo estamos rodeados por masas forestales, y además contamos con industrias y muchas casas que todavía cuentan con chimeneas de obra y tejados de caña, lo que sin duda es un riesgo».

Los voluntarios que participen en la iniciativa recibirán la formación necesaria, mientras que el Consorcio de Bomberos les cederá el equipamiento preciso para desarrollar su actividad.

En el transcurso de la reunión entre el alcalde y el presidente de la Diputación también se abordó la rehabilitación del castillo de Perputxent, de la que ya se han acometido trabajos previos como el desbroce interior y el arreglo de los accesos. Según Dueñas, «el objetivo es realizar las obras por fases anuales. Nos han confirmado que hay presupuestada una partida y estamos a la espera de que se termine de redactar el plan director».