La prolongada sequía que se viene registrando desde hace prácticamente un año está teniendo graves consecuencias para los cerezos de la provincia. Alrededor de 30.000 árboles se han visto afectados por la falta de lluvias, lo que supone un 10% del total. Mientras una parte de los ejemplares ya se ha secado, el resto aportaráuna cosecha inferior a lo normal. Ambas circunstancias pueden propiciar un descenso notable de la producción.

La sequía está causando estragos en el campo, y el de las cerezas es uno de los cultivos que está sufriendo de manera más acusado esta falta de lluvias que se mantiene desde hace prácticamente un año.

De acuerdo con la información a la que ha tenido acceso este diario de fuentes del propio sector, alrededor de 30.000 cerezos de la provincia se han visto seriamente afectados por la carestía pluviométrica, lo que viene a supone un 10% del total.

Dentro de ese porcentaje, una parte importante corresponde a árboles que se han secado. El fenómeno está afectando a ejemplares de todas las edades, dado que hay cerezos adultos y en plena producción que no han podido soportar la sequedad del terreno, y otros acabados de plantar que no han arraigado debido a la falta de humedad. El fenómeno está bastante extendido, sobre todo, lógicamente, en las zonas en las que no hay regadío y que se corresponden mayoritariamente con las comarcas situadas más al norte de la provincia como son El Comtat o la Marina Alta.

También dentro de ese 10% hay numerosos árboles que, aunque no han llegado a secarse, se han visto seriamente dañados por el largo período de sequía. En estos casos, la repercusión directa se centrará en las cerezas que produzcan, que serán muchas menos de las que genera un árbol en perfecto estado de salud.

En ambos casos, hay agricultores que están procediendo directamente a arrancar los ejemplares afectados, con el objetivo de plantar otros nuevos e intentar volver a tener cosecha a la mayor brevedad posible.

Con todo, el alcance de los daños no se podrá conocer con exactitud hasta la próxima primavera, cuando los cerezos entren en el período de floración. En la actualidad han perdido las hojas debido a que son de especie caduca, con lo que es complicado saber cuántos están secos o afectados en mayor o menor medida por la falta de lluvias.

Sea como fuere, las fuentes consultadas ya están convencidas de que esta incidencia va a repercutir de forma directa en la producción, que la próxima campaña se verá reducida, falta saber en qué medida. Además, en el caso de ese 10% de árboles afectados, está claro que la merma se mantendrá durante varios años, hasta que el arbolado se sustituya y esté en condiciones de rendir al máximo.

Las lluvias registradas hace dos semanas han resultado positivas, aunque ya resultará muy complicado que los cerezos dañados puedan recuperarse tras tantos meses de sequía.

Olivar
Estas precipitaciones, en cambio, sí han beneficiado a otros cultivos como el de la aceituna. Si bien la producción de esta campaña ya no mejorará, al menos ha supuesto un alivio para los árboles, que al igual que los cerezos también estaban empezando a sufrir de manera notable la carestía pluviométrica.

M.Vilaplana www.diarioinformacion.com