El Ministerio de Defensa ha admitido el abandono al que tiene sometido a la Base de Aitana, para la cual, además, no tiene previsto ningún tipo de uso. El departamento gubernamental reconoce que no está realizando gasto alguno en mantenimiento, y sólo se plantea la enajenación de las instalaciones.
Como se ha venido informando, el acuartelamiento de la Base de Aitana ha quedado en estado prácticamente de ruina cuando se cumplen siete años desde que el Ejército lo abandonó. El vandalismo y los robos de materiales han llevado al complejo a la degradación, ante la desesperación del Ayuntamiento de Alcoleja, que ve cómo el proyecto para darle un uso público y social es cada vez más improbable. De hecho, la Diputación, que en su momento se planteó hacerse cargo de las instalaciones, ha descartado esta posibilidad ante la fuerte inversión que tendría que llevar a cabo.
Con estos antecedentes, los diputados socialistas Herick Campos y Patricia Blanquer presentaban una serie de preguntas en el Congreso al Ministerio de Defensa, para conocer cuáles son sus intenciones respecto a la base, que sigue siendo de su propiedad.
En sus respuestas, el departamento gubernamental reconoce que «después del abandono de esta propiedad fueron retirados todos los materiales de algún valor, no realizándose ningún gasto de mantenimiento en dicha instalación. Ahora son la unidad militar más próxima y la Guardia Civil quienes efectúan las correspondientes labores de control de incidencias».
Respecto a la posibilidad de una cesión del complejo, se indica que el trámite previsto en la legislación «es el de su enajenación, sin estar contemplada la cesión gratuita de la propiedad». El Ministerio, por último, no contesta a la pregunta sobre el uso que pretende darle a la base.
La diputada Patricia Blanquer se ha mostrado muy crítica con la postura ministerial, indicando que «ha quedado claro que no saben qué van a hacer con las instalaciones, y que además están incumpliendo su obligación de mantener un patrimonio que es de todos. Hablamos de dejadez y falta de voluntad política».

M.Vilaplana www.diarioinformacion.com