La Federación de Caza de la Comunidad Valenciana reclama el mantenimiento del arruí en los parques naturales de Mariola y la Font Roja, así como en el norte de la provincia de Alicante. La entidad ha planteado alegaciones a la orden de la Generalitat que establece la erradicación de esta especie en las citadas zonas, defendiendo tanto su valor cinegético como el papel que cumple en la prevención de incendios forestales.
La Conselleria de Medio Ambiente ha elaborado un plan para el control de las poblaciones del arruí en la Comunidad Valenciana, una especie invasora que está ocasionando daños en algunos enclaves. En el caso de la provincia de Alicante, se han delimitado unas zonas en que se controlará la población hasta que sea compatible con los valores del entorno, y otras, concretamente los parques naturales y el área que limita con la provincia de Valencia, en la que se plantea la erradicación completa.
Los cazadores defienden que todas estas zonas pasen a ser de control, sin que la especie llegue a erradicarse de ningún punto, salvo aquellos en los que represente un evidente peligro, como es el caso de las inmediaciones de la autovía A-7.
A la hora de defender sus planteamientos, la Federación señala que «no puede obviarse el interés cinegético que la especie tiene para los cazadores, al tratarse de una especie de caza mayor que goza de un alto prestigio, entre otros motivos por su escasez en el resto de la geografía española».
En este sentido, resalta que la caza del arruí «puede desembocar en un importante recurso económico para las zonas rurales», y que privarlas de esta especie «representaría privar a los municipios afectados de un factor de dinamización económica».
En segundo lugar, las alegaciones se centran en el punto de vista medioambiental, señalando que «la protección del arruí representa un factor importante, al poder paliar la carencia de la otrora común actividad ganadera caprina y ovina en nuestros montes, que tanto contribuirían a la prevención de incendios forestales».
Los cazadores añaden a este respecto que las costumbres alimenticias de esta especie propician «un desbroce natural del terreno, que introduce cortafuegos naturales mucho menos agresivos que los realizados con medios mecánicos». Además, enfatizan que este pastoreo «contribuye a la regeneración de otras especies de flora».
En cuanto a la incompatibilidad con otras especies cinegéticas herbívoras de caza mayor, señalan que «no consta dicho desacuerdo medioambiental, sino todo lo contrario. Se ha podido verificar que el arruí introducido en cotos de otras zonas de España comparte hábitat con el ciervo, la cabra montés, el muflón y otros ungulados y en ningún caso se ha puesto en evidencia ningún efecto de desplazamiento».
Respecto a la zonificación propuesta por la Conselleria, la Federación de Caza llama la atención sobre el hecho de que «no se han tenido en cuenta ni barreras naturales, ni carreteras, ni límites geográficos entre municipios», lo que provoca que algunos cotos se hayan dividido en zonas de exclusión y otras de control.

M.Vilaplana  www.diarioinformacion.com