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El pantano de Beniarrés pierde la mitad de sus reservas desde el verano por la sequía
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El embalse se encuentra en estos momentos al 46% de su capacidad en lo que supone el nivel más bajo en noviembre de los últimos seis años Amadorio y Guadalest también han registrado descensos significativos y presentan porcentajes similares
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El pantano de Beniarrés ha perdido la mitad de sus reservas desde el verano como consecuencia de la persistente falta de lluvias. El embalse se encuentra en estos momentos al 46% de su capacidad, en lo que supone el nivel más bajo en un mes de noviembre de los últimos seis años. Amadorio y Guadalest también han registrado un acusado descenso en este período.
El pantano de Beniarrés afrontaba este pasado verano con los mejores niveles de la última década, como consecuencia de un invierno y una primavera muy lluviosos. Los registros ofrecidos por la Confederación Hidrográfica del Júcar a finales de junio mostraban un embalse casi al límite, con 25,74 hectómetros cúbicos de agua que suponían el 95% de su capacidad.
Sin embargo, y transcurrido todo este tiempo, la situación ha cambiado de manera radical. Salvo los episodios tormentosos registrados a finales del mes de agosto, que dejaron registros pluviométricos de entidad, la ausencia de precipitaciones ha sido prácticamente absoluta, hasta el punto de convertir este otoño en uno de los más secos de los últimos tiempos.
Las consecuencias se han dejado notar, dado que el pantano ha perdido la mitad de sus reservas. El parte correspondiente a la semana pasada situaba el agua almacenada en 12,66 hectómetros cúbicos, con lo que el embalse sólo está ocupado en un 46,88%.
Algo parecido ha ocurrido con los embalses de Amadorio y Guadalest, pertenecientes a la misma cuenca del Júcar. En el primer caso ha pasado de estar al 85,76% de su capacidad a finales de junio al 45,50% actual. En Guadalest se ha pasado en este mismo período del 85,30% al 49,08%.
Mientras el pantano de Beniarrés se utiliza para regular el curso del Serpis y abastecer a los regantes de la Safor, Amadorio y Guadalest combinan el abastecimiento agrícola con el del agua potable en la franja costera situada entre la Vila Joiosa y Benidorm.
Se espera que la dinámica cambie y que las lluvias empiecen a aparecer. De hecho, para hoy hay previsión de precipitaciones, aunque en principio no demasiado abundantes.
M.Vilaplana www.diarioinformacion.com
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