La Fira de Tots Sants, cuya 667 edición arranca este viernes, no ha parado de crecer en la última década. La superficie de exposición ha aumentado un 57% desde 2003. De 70.000 metros cuadrados ha pasado a 110.000. Algo menor, pero también destacable, es el incremento de expositores. Los 700 de 2003 se convierten este año en 900, a los que habría que añadir los que se han quedado en lista de espera.

La introducción de más espectáculos y la mejora del aparcamiento son otros indicadores que marcan el buen estado de salud de la Fira. Donde hay disminución es en el apoyo de la Generalitat y de la Diputación, tal y como lamenta el alcalde, Rafael Briet. “Este año vamos a recibir 3.000 euros. Es ridículo”, manifiesta el primer edil. La Fira cuesta 210.000 euros. Ese gasto genera una inversión, según cálculos del Ayuntamiento de Cocentaina, de 20 millones de euros.

El alcalde resalta que el certamen sea capaz de mantenerse y crecer incluso en años de crisis económica. Para ello este año ha reorganizado los espacios, fomenta el uso del tren para llegar a Cocentaina y ha creado una aplicación para móviles con información sobre el certamen y sobre cómo moverse por la Fira.

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