Los alojamientos de turismo rural de la provincia están haciendo frente a un nuevo verano marcado por la crisis, toda vez que la ocupación apenas alcanza el 40%. Los establecimientos, situados en su mayor parte en las comarcas del interior norte, siguen notando los efectos de la complicada coyuntura económica, y eso a pesar de las ofertas y los precios ajustados. El sector trabaja en estos momentos en diferentes iniciativas promocionales dirigidas a captar visitantes de la costa y de las comunidades limítrofes.
El turismo rural está viviendo una larga travesía en el desierto, propiciada por la complicada coyuntura económica que se está registrando a nivel general. Aún teniendo en cuenta que el verano no es la época de mayor dinamismo para el sector, las cifras de ocupación siguen siendo bajas.
El presidente de la Confederación de Turismo Interior de la Comunidad Valenciana, Javier Vicedo, destacaba que «en julio la ocupación fue del 40%, un porcentaje que en principio va a ser muy similar al que registremos durante el mes de agosto. Las mejores temporadas para los alojamientos rurales son otras, como la época de Todos los Santos o Navidad, pero de cualquier forma estamos hablando de cifras bajas».
Tras destacar que se trata de datos globales, dado que «hay casas rurales que están completas», Vicedo llamó la atención sobre el hecho que la discreta actividad se está produciendo «aún a pesar de que los establecimientos se esfuerzan por presentar ofertas y mantener los precios muy ajustados. Sin embargo, es difícil luchar en esta época con las promociones que también llevan a cabo los hoteles de la costa».
Asimismo, enfatizó que las reservas «cada vez se formalizan más a última hora», y que las estancias «también son cada día más cortas».
Los datos de ocupación en la provincia de Alicante, además, son inferiores a los de las provincias de Valencia y Castellón, con un 60% y 70% respectivamente. Con todo, señaló que «se trata de zonas, sobre todo en el caso de Castellón, que nos llevan muchos años de ventaja. Además, tienen un público muy fiel procedente de Cataluña».
Llegados a este punto, Vicedo señaló que «estamos trabajando para promocionar productos y recursos, y que los clientes de la playa puedan dedicar al menos un par de días para visitar el interior. Estamos a apenas 20 o 30 kilómetros de la costa y tenemos que ver la forma de aprovechar ese potencial».
Asimismo, la intención del sector alicantino es la de emular a sus colegas de Castellón y captar clientes de comunidades limítrofes, como es el caso de Castilla-La Mancha y Murcia.

M.Vilaplana  www.diarioinformacion.com