El interior norte de la provincia, y más en concreto las comarcas de l'Alcoià, El Comtat y la Marina Alta, han registrado desde el pasado viernes intensas precipitaciones que, debido a la bajada de los termómetros, llegaron a ser el domingo en forma de nieve en montañas como la Font Roja, Aitana y el Montcabrer. Destacan los datos que ofrecen pluviómetros como el de Benimassot, con 274 litros por metro cuadrado recogidos a lo largo de todo el temporal, los 160 de Alcoy y, sobre todo, los 362 de la Vall d'Ebo.
Este volumen de precipitaciones ha tenido un efecto inmediato sobre los parajes naturales atravesados por ríos, dado que debido al incremento de los caudales, presentan en estos momentos una imagen espectacular.
Este es el caso del nacimiento del río Molinar en Alcoy, habitualmente seco o con agua más bien escasa. El manantial del que se abastece la mayor parte del casco urbano de Alcoy se ha desbordado, y eso ha propiciado que el río, con sus característicos saltos, ofrezca el mejor de sus aspectos. Mención especial merecen las dos cascadas situadas junto a la cúpula, así como el vertiginoso salto de agua que adorna las antiguas instalaciones fabriles.
Algo similar ocurre en el Barranc de l'Encantada, entre los términos municipales de Planes y Beniarrés. El río que atraviesa el paraje baja con un caudal impresionante, lo cual se aprecia a la perfección en la presa situada junto al puente de la carretera que una Planes y Margarida, así como en la cascada del área recreativa.
Con todo, la crecida de los ríos también está provocando inconvenientes, dado que además de los caminos que salvan el Serpis y que habitualmente tienen que cortarse en la zona de Cocentaina, también se ha tenido que adoptar esta medida en el que discurre por el Barranc de l'Encantada. Otro tanto sucede en la Vall d'Ebo, en un camino que, junto al casco urbano, atraviesa el río.
Mientras tanto, el pantano de Beniarrés sigue evacuando agua por una de sus compuertas, a razón de 13 metros cúbicos por segundo, prácticamente la misma cantidad que está entrando en el embalse a través del río Serpis. La punta máxima se alcanzó el pasado viernes, cuando el aliviadero llegó a dejar escapar 41 metros cúbicos por segundo.
La presa se encuentra en estos momentos al 88% de su capacidad, cuando la cota máxima de seguridad para este mes está situada en 89,5%. La Confederación Hidrográfica del Júcar está realizando continuas mediciones para decidir si es posible cerrar ya durante la jornada de hoy la compuerta.

M. Vilaplana www.diarioinformacion.com