M. VILAPLANA  www.diarioinformacion.com

Propietarios de l'Almoroig, Benamer, Arpella y los alrededores del instituto y del campo de fútbol de Muro preparan una plataforma para mostrar su rechazo al incremento del catastro derivado de la recalificación de sus terrenos en industriales y residenciales. El alcalde, Rafael Climent, afirma que en su momento, cuando se procedió a la revisión del PGOU, no se presentó alegación alguna.
Portavoces vecinales se han dirigido a este diario para expresar su malestar por el pago de cuatro anualidades del catastro al que tendrán que hacer frente después de que en su momento, con motivo de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), se procediese a la recalificación de sus terrenos. En concreto, la zona de l'Almoroig, Benamer y Arpella fue recalificada como industrial, mientras que los alrededores del instituto y el campo de futbol pasaron a residenciales. Se da el caso de que en la mayoría de los casos a los propietarios les tocará pagar por primera vez, toda vez que sus terrenos eran rústicos y, por tanto, estaban exentos del catastro.
Los vecinos acusan al Ayuntamiento de afán recaudatorio, al tiempo que resaltan que en la actual situación de crisis económica es muy complicado que se puedan poner en marcha iniciativas residenciales o industriales.
El alcalde, Rafael Climent, ha manifestado por su parte que el pago del catastro está regulado por la ley, y que si bien es cierto que tendrán que abonar los últimos cuatro años, no harán lo propio con los de 2008 y 2009 al haber prescrito. Resaltó que en total se trata de 318 afectados, que en su momento no presentaron alegación alguna. "Cuando se reclasificaron los terrenos estaban encantados, porque con ello se revalorizaban sus propiedades. Ahora entiendo que puedan estar disgustados porque la situación económica ha cambiado, pero eso nunca se puede saber", concluyó.