La mancomunidad de L'Alcoià y El Comtat ha solicitado a Europa un proyecto para implantar la economía del bien común en la comarca. El objetivo es marcar nuevos parámetros, no exclusivamente económicos, que cambien las políticas tributarias y fiscales europeas.

El proyecto Quommon-terra pretende introducir nuevos parámetros, al margen del económico, para definir el bienestar social. Se trata de valorar otras rentabilidades, como la dignidad humana, la solidaridad, el desarrollo sostenible o la justicia social.

El proyecto toma la comarca como campo de pruebas para este experimento. Necesita de empresas que apliquen nuevas fórmulas para conseguir un buen índice de bienestar social. Sus resultados serán comparados con el de empresas que no lo apliquen, según explica la gerente de la mancomunidad, Lucía Albero.

La intención última es demostrarle a Europa que debe aplicar nuevos modelos de medición para definir sus normas y sus marcos de impuestos, basados en el rendimiento real de la empresa en todos los niveles y no solo el económico. Este proyecto, que aspira a beneficiarse del programa PROGRESS de la Comunidad Europea, está promovida por Juan Cascant, del Celler La Muntanya, Francisco Álvarez, ex vicepresidente de la Bolsa de París, y el ingeniero Salvador Pastor.

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