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TIC y Web 2.0 : claves en el desarrollo rural. El turismo rural en El Comtat
Enviado por: Rosa María Jimenez Abad 19/05/2014

La generalización de las nuevas tecnologías empuja a los espacios rurales 

necesariamente a incorporar y desarrollar innovaciones que les permitan situarse e 

integrarse en la economía mundial (Silva, 2002). No obstante, antes de mencionar las 

posibilidades en las prácticas turísticas, se da un fenómeno fundamental, en general, que 

coloca a las TIC como una herramienta muy esperanzadora para paliar situación de 

exclusión en las áreas rurales. 

 

El uso de las nuevas tecnologías permite mejorar la calidad de vida y trabajo de los 

ciudadanos de las zonas rurales para fortalecer la creación de valor en la economía rural, 

 tanto en los sectores tradicionales como en los nuevos, permitiendo que las zonas 

rurales se integren y participen plenamente en una economía global. En la sociedad de 

la información y comunicación actual, la apuesta por la tecnología crea, a priori, 

mayores oportunidades de servicio y mejora la competitividad de las empresas. Hasta 

hace no mucho tiempo, en las ciudades se concentraban todos los grandes servicios de 

la población, quedando el campo en una situación de desfase que generaba su continuo 

aislamiento y su consiguiente despoblamiento. Por tanto, esa apuesta se establece como 

clave para lograr la cohesión territorial y la vertebración económica y social. 

 

Sin embargo, la globalización no genera de manera automática el acceso global a las 

TIC, sino que, por el contrario, se requiere de un impulso por parte de las instituciones 

públicas y empresas tecnológicas. De esta manera, el acceso a las TIC se considera un 

derecho más de los ciudadanos debido a las oportunidades que representa. Para que esto 

sea posible, no es suficiente con la dotación de infraestructuras, como se ha hecho en 

muchos casos, sino que es necesaria la igualdad en el acceso a la formación de la 

población y en el uso de la tecnología, además de que los servicios ofertados por medio 

de ésta tengan un verdadero interés en adaptarse. 

 

El esfuerzo inicial, y tal vez, el más importante, deberá consistir en la implantación de 

infraestructuras de telecomunicaciones, ya que como es lógico, para los operadores 

privados no resultan rentables las zonas de baja densidad de población. Por ello, el 

interés de las instituciones en este sentido debe ser mayor. Por otro lado, la 

alfabetización digital es otra de las claves para lograr la plena integración del medio 

rural en la Sociedad de la Información, por lo que sin planes para la formación de los 

colectivos rurales, no se lograría esta empresa. Y por último, es necesario que los 

proveedores de servicios y contenidos potencien al máximo la personalización de éstos, 

con el fin de satisfacer las necesidades de la propia población rural. Al dotar de estos 

tres pilares a una población se está garantizando su acceso a una serie de servicios de 

manera directa y sin intermediarios, superando las barreras geográficas y ofreciendo 

nuevas oportunidades (Alberdi, 2004). Solo a través de este espíritu es posible que las 

TIC supongan una oportunidad, más que una nueva amenaza. 

 

Por ejemplo, los usuarios de empresas agroindustriales ponen de relieve el valor de 

Internet en cuanto a que esta herramienta les permite expandir sus mercados, así como 

establecer negocios y alianzas a nivel nacional e internacional que de otra manera 

hubieran sido inaccesibles para ellos. En la práctica se ha demostrado que el acceso a la 

información importante para una actividad productiva o social puede reducir los costes, 

mejorar la competitividad y elevar al mismo tiempo, los niveles de educación y 

bienestar de la población rural. De hecho, gracias a los medios telemáticos es posible 

regentar un negocio en las zonas rurales sin necesidad de crear estructuras notables que 

obliguen al comerciante a gastar grandes cantidades de dinero. 

 

Adoptar una estrategia activa y actuar para llevar Internet a las comunidades rurales 

permite que la población pueda enfrentarse a sus retos. Cabe resaltar, no obstante, que 

las TIC constituyen un medio más para hacer frente a las necesidades y problemas de la 

población, pero no pueden considerarse la solución en sí mismas. Salvo que estas 

posibilidades se vean respaldadas por un esfuerzo institucional capaz de garantizar la 

participación, la asunción de responsabilidades, la educación y la formación en materia 

de TIC, los viejos problemas vinculados a estas zonas persistirán. Por este motivo, y en 

línea con la Declaración de Cork (1996) y de Salzburgo (2003), es necesario fomentar el 

 empleo y la igualdad de oportunidades mediante mayores inversiones. Además, esto 

logrará diversificar las actividades en las áreas rurales y contribuir en definitiva, a que 

las nuevas tecnologías se conviertan en una de las grandes oportunidades de estas zonas. 

 

La Estrategia 2020 habla, precisamente, de tres tipos de crecimiento para lograr la 

expansión igualitaria de las TIC. En primer lugar, se habla de un crecimiento 

inteligente, basado en el conocimiento y la innovación; un segundo definido como 

sostenible, de manera que haga un uso más eficaz de los recursos, y en tercer lugar un 

crecimiento integrador, en el que se desarrolle una economía con alto nivel de empleo y 

con un carácter cohesionador. Sobre la base de estos modelos, desarrolla iniciativas 

como la de crear una Agenda Digital para Europa, con el objetivo último de acelerar el 

despliegue de Internet y beneficiarse de un mercado único. Esta iniciativa de la 

Comisión Europea, que promueve el uso las TIC, tiene entre sus objetivos la inclusión 

electrónica, que universalice el aprendizaje y evite la exclusión de los menos 

favorecidos, además de impulsar la administración electrónica para que los servicios 

públicos sean accesibles a todos ciudadanos a través de Internet. Al mismo tiempo, la 

Agenda Digital para Europa propone, como iniciativas para mejorar la calidad de vida: 

optimizar los servicios de atención a las personas en una sociedad que envejece y 

promover la diversidad cultural a través de plataformas como las bibliotecas digitales. 

Las iniciativas de Open Government y participación colectiva a través de la red están 

cobrando en Europa un gran papel, ya que suponen nuevas formas de participación 

ciudadana a través del uso de las nuevas tecnologías. 

 

 

TIC para el turismo rural 

 

Si bien es cierto que las nuevas tecnologías y la globalización convierte a los espacios 

rurales en lugares más accesibles, no hay que obviar que también los hace más 

vulnerables a la competencia exterior. Internet es actualmente una oportunidad, a la vez 

que una necesidad, para la actividad del turismo rural. Sin embargo, el uso y el 

posicionamiento de los alojamientos sigue siendo bajo (Soler, 2009). La 

comercialización y la promoción son dos de los factores que más condicionan la 

viabilidad de los productos turísticos en el medio rural (Vera, 2000). Por ello, la puesta 

en marcha de las nuevas tecnologías en empresas turísticas del medio rural debe contar, 

además, con una constante innovación. No es suficiente en la mayoría de los casos 

incluirse solo en los circuitos tecnológicos, sino que se trata de hacerlo de una manera 

especializada y acorde con las características de cada entorno geográfico. La Consellería 

de Turismo de la Comunidad Valenciana, apuesta por optimizar la capacidad de 

comercialización mediante dos grandes líneas: mejorar la presencia en buscadores de 

internet de los alojamientos rurales, y extender la capacidad de prescripción de la web 

2.0.La capacidad de prescripción de la web 2.0. hace referencia a las fases del proceso de compra del producto turístico que suelen responder a: búsqueda del destino, características del alojamiento y consulta de opiniones de otros turistas. No obstante, muchas de las iniciativas de desarrollo, de manera errónea han considerado una innovación tecnológica como el fin, y no como el medio para lograr el 

desarrollo rural. 

 

La metodología 2.0 es decisiva para la demanda turística, en concreto las oportunidades 

que ofrece para generar comentarios de los clientes sobre experiencias vividas en un 

destino. Este es un gran factor de influencia en la decisión de los turistas durante el 

proceso de compra. En la actualidad tiene más valor la opinión de los usuarios, que la 

del propio gestor del establecimiento. La aplicación de las nuevas tecnologías como 

estrategia de competitividad turística es un reto mayor para los medios rurales que para 

los urbanos. El 94% de turistas rurales de la Comunidad Valenciana eligen su 

alojamiento a través de la red, y el 81% realiza su reserva por teléfono, al menos con un 

mes de antelación. Los principales factores que influyen en la selección final del 

alojamiento son sus características y servicios, las opiniones en internet de otros 

usuarios y la página web el alojamiento. 

 

Superar la brecha digital para que los alojamientos de las zonas rurales tengan las 

mismas oportunidades de acceso a los servicios de la Sociedad de la Información, es el 

objetivo del programa “Alojamientos Conectados”. Se trata de una iniciativa del 

Ministerio de Industria, Energía y Turismo de España, que tiene como objetivo apoyar 

la incorporación de tecnología en pequeños hoteles y establecimientos de turismo rural. 

Este programa se desarrolla en colaboración con las Comunidades y Ciudades 

Autónomas beneficiarias de los fondos FEDER. A grandes rasgos, son dos las utilidades 

que pretende este programa: otorgar la utilización de las nuevas tecnologías como 

herramienta de gestión y planificación y también como herramienta de promoción. La 

Consellería de Turismo de la Comunidad Valenciana puso en marcha el Departamento 

de Promoción y Comercialización Turística del Interior, intentando centrar sus 

esfuerzos en el márqueting adaptado a cada ámbito. 

 

Los establecimientos turísticos rurales requieren de estos servicios para su utilización 

como herramienta de promoción. Hay una serie de características que presentan las 

empresas turísticas rurales y que pueden mejorar, como por ejemplo: la dispersión 

territorial de los establecimientos, su alta estacionalidad, el tamaño caracterizado por el 

poco volumen de oferta o la descoordinación entre los diferentes actores de la cadena de 

valor (Soler, 2009). En cualquier caso, la promoción a través de las TIC resulta 

imprescindible para adaptar los productos y servicios al nuevo perfil del viajero 2.0 y 

lograr así su acceso a los mercados globales desde las zonas aisladas. 

 

Para ejemplificar esta brecha digital existente en cuanto a la promoción turística en los 

espacios rurales se ha utilizado el caso de la comarca de El Comtat, formada por 

municipios de las provincias de Alicante y Valencia. Esta comarca, con una población 

de 28.451 habitantes, abarca 24 municipios (Agres, Alcocer de Planes, Alcoleja, 

Alfafara, Almudaina, Alqueria d´Asnar, Balones, Benasau, Beniarrés, Benilloba, 

Benillup, Benimarfull, Benimassot, Cocentaina, Facheca, Famorca, Gaianes, Gorga, 

L´Orxa/Lorcha, Millena, Muro de Alcoy, Planes, Quatretondeta y Tollos). Aunque no 

se ha protagonizado un proceso de descenso de su peso demográfico muy llamativo, si 

ha habido una redistribución territorial a favor de los municipios urbanos, como 

Cocentaina o Muro 

 

En menos de dos décadas esta comarca ha visto aumentar su número de casas rurales y 

plazas en éstas de una forma llamativa, de modo que actualmente son 35 los 

establecimientos de este tipo que existen. La evolución desde 1996 deja claro que se 

trata de un fenómeno reciente, y que en apenas una década (1996-2006) el crecimiento 

ha sido muy acelerado, pasando de contar con un establecimiento rural a disponer de 30, 

mientras que durante los siguientes años hasta la actualidad, esta oferta ha crecido a un 

ritmo más lento. El número de plazas, por su parte, es una variable vulnerable a la 

existencia de alojamientos de diferentes tamaños y a esta escala, se presenta algo más 

volátil. En cualquier caso, solo se registra un descenso considerable en el paso del año 

2009 al 2010. Aunque el número de establecimientos siguió siendo el mismo (16), se 

entiende que durante este año un alojamiento con bastantes plazas fue sustituido por 

otro de menor tamaño. 

 

El análisis de la promoción de estos establecimientos a través de la web refleja cómo la 

brecha digital se acentúa en los destinos rurales, y en concreto en este tipo de 

establecimiento. En primer lugar, de los 35 alojamientos rurales que en el año 2013 

existen en la comarca de El Comtat, tan solo el 48% tiene presencia en los buscadores 

especializados en este tipo de turismo, de manera que en las cuatro plataformas más 

utilizadas, solo una media de 17 alojamientos tienen presencia. Lo más destacable de 

esta variable es que la mayoría de establecimientos que se promocionan en uno de los 

portales, lo hace también en el resto, de modo que en el 89% de los casos si un 

alojamiento se promociona en un portal determinado, lo hace también en el resto, es 

decir, ha realizado un esfuerzo considerable en situarse. Los municipios de Agres, 

Facheca y Planes, con 7, 4 y 4 alojamientos rurales respectivamente, destacan porque a 

pesar de contar con un número alto de casas rurales con respecto al resto de municipios, 

la presencia de éstos en los buscadores es escasa. 

 

Tener una buena situación en los buscadores y plataformas de planificación del viaje 

resulta de especial interés para los alojamientos, ya que permite adaptarse a las nuevas 

necesidades del turista 2.0 y acceder a los mercados globales (Gersón, 2013). La 

comparación de precios, la localización de los establecimientos y los gestores de 

comentarios y reservas que estas plataformas permiten, logran adaptarse a las nuevas 

tendencias de los turistas a la hora de planificar las vacaciones. 

 

Por otro lado, apenas 14 de estos alojamientos, es decir el 40%, tiene página web propia 

en la que presentar su oferta, permitir reservas, ofertar productos complementarios e 

incluir su localización. En el 90% de los casos, los alojamientos que tienen presencia en 

más de dos de los buscadores analizados, tienen página web propia, lo que significa que 

han seguido una estrategia de promoción bastante completa. Sin embargo, un aspecto 

llamativo es que tan solo cinco (el 14%) de los alojamientos rurales ofrece la 

posibilidad de gestionar las reservas a través de su propia web. Los motores de reserva 

son en muchos casos cruciales a la hora de la elección por parte del turista de un 

alojamiento, y sin embargo, tan solo uno de cada tres alojamientos que tiene página web 

propia ofrece este servicio en la comarca. 

 

En la actualidad, existe la tendencia a sustituir en las estrategias de promoción, las 

páginas web por perfiles en redes sociales. Por un lado, éstas son mucho más accesibles 

sin formación previa, mucho más fáciles para la gestión desde la pequeña empresa, y 

por otro lado, ofrecen posibilidades más dinámicas a la hora de interactuar con el 

cliente. La inmediatez que presentan y el mayor uso de estas redes por la Sociedad de la 

Información, lleva a muchos alojamientos a preferir contar con un perfil en las redes 

sociales con respecto a la web convencional. Es posible que ésta sea una estrategia que 

hayan seguido los alojamientos de El Comtat, puesto que el 34% de los alojamientos 

tienen perfiles en las redes, mientras que tan solo el 14% cuenta con web propia. 

Vuelven a coincidir, como es lógico, que las casas rurales que tienen mayor presencia 

en los buscadores, desarrollan más páginas web propias y mantienen más perfiles en las 

redes sociales. 

 

Por último, hay un aspecto interesante que se puede extraer de la consulta de estos 

datos, relacionado con la actividad complementaria que estos alojamientos ofrecen en 

sus webs propias y perfiles en las redes sociales. Resulta llamativo que solo ocho de los 

alojamientos rurales cuenta con información acerca de actividades complementarias en 

sus plataformas de promoción. Los alojamientos de Muro de Alcoy y Benilloba son los 

que de manera más desarrollada elaboran una promoción y complementan su oferta de 

alojamiento con paquetes y diferentes prácticas turísticas. El agroturismo, el deporte de 

aventuras, la gastronomía local y las rutas culturales son los cuatro aspectos que más se 

destacan en estas webs. No obstante, tan solo ocho establecimientos presentan 

información complementaria en sus webs, es decir, únicamente un 8% intenta añadir 

valor a su alojamiento con los recursos del entorno. 

 

De este análisis se puede extraer, por tanto, que la concentración espacial no responde 

necesariamente a recursos concretos o iniciativas llevadas a cabo por los municipios y 

que, de manera aleatoria, esta comarca presenta diferentes alojamientos rurales. Sí se 

puede determinar de manera general que las actividades complementarias son mejor 

promocionadas en torno a los mismos alojamientos, situados en los municipios de Muro 

de Alcoy y Benilloba. Los alojamientos rurales en los municipios de Agres, Benilloba, 

Cocentaina y Muro de Alcoy son, por otro lado, los que a grandes rasgos se puede decir 

que realizan una mayor aplicación de las tecnologías en la promoción de éstos. La 

brecha digital, en definitiva, en los espacios rurales es muy amplia. Asimismo, la escasa 

referencia y vinculación de los alojamientos turísticos con el entorno hace recapacitar 

acerca del papel de las actividades turísticas como potenciadoras del desarrollo local. 

 

La creación de una marca territorial y la consolidación de una estrategia turística común 

sería uno de los aspectos a desarrollar para lograr paliar los problemas de estos espacios 

rurales. Por medio de la valorización de los recursos locales y su promoción a través de 

las TIC se puede generar una oferta complementaria al alojamiento rural que permita 

ampliar la demanda. Pero para ello, es necesario garantizar el acceso a las TIC, tanto de 

los ciudadanos como de las empresas. Tal vez aquello que mejor lo resume es el 

concepto de estrategia, ya que solo a través de la coordinación de las diferentes 

actuaciones se pueden lograr los anteriores objetivos. El asociacionismo en la 

promoción turística puede ser fundamental, ya que permite generar externalidades en medios fuertemente aislados. 

 

Conclusiones

 

Los fenómenos recientes derivados de la globalización económica han complicado 

todavía más la desfavorable situación de partida de los espacios rurales. Si 

tradicionalmente éstos ya se han encontrado en situación de desventaja respecto a los 

espacios urbanos, con las nuevas lógicas del proceso globalizador corren un riesgo de 

ser excluidos todavía mayor. Las nuevas tecnologías pueden suponer a priori una 

herramienta para lograr su integración en los circuitos globales, mientras que superar las 

barreras espaciales puede ser una oportunidad para disminuir los desequilibrios 

territoriales latentes. Tanto por parte de las empresas, que ven aumentadas sus 

posibilidades de producción, exportación, promoción y comercialización, como en el 

caso de los habitantes, que pueden tener acceso a los servicios de manera telemática, y 

de los turistas, que pueden encontrar mayores facilidades para planificar, contratar y 

experimentar el destino turístico rural. 

 

No obstante, si bien es cierto que las TIC pueden generar nuevas oportunidades, esto no 

ocurrirá si la administración no considera primordial este aspecto. Considerar el acceso 

a la información como un derecho debe ir complementado con las infraestructuras para 

que ello sea posible. En definitiva, un mejor acceso a la comunicación e información 

está directamente ligado al desarrollo social y económico. 

 

Desde el desarrollo local se deben plantear estrategias turísticas que contemplen estas 

herramientas, de manera que se pueda aprovechar las oportunidades que generan. Es 

necesario que estos espacios se incluyan en las prioridades de la administración, de 

manera que se intente reducir la actual brecha digital que impide su igualdad de 

oportunidades con respecto a los medios urbanos. Dejar de considerar el turismo de 

interior o rural como una diversificación de la oferta tradicional levantina de sol y playa, 

y comenzar a crear una marca territorial en torno a estos espacios es uno de los grandes 

retos actuales. El verdadero apoyo a estas regiones en materia turística radica en 

ofrecerles las infraestructuras tecnológicas de las que disponen los medios rurales, pero 

sobre todo, pasa por considerar estos espacios como un producto diferenciador y con 

valor turístico por sí mismo. 

 

En cualquier caso, las TIC no deben ser consideradas más que la herramienta que 

facilite un modelo de desarrollo y que asuma la multifuncionalidad como estrategia, sin 

dejar de considerar la actividad agrícola. El verdadero riesgo de exclusión, 

desvirtuación y desestructuración de las áreas agrícolas no es otro que la inclusión de 

prácticas artificiales poco estudiadas, sin un enfoque integrador que subordinan a las 

actividades tradicionales. La degradación de estas prácticas seculares no revierte más 

que de manera negativa, siendo además éstas las que crearon y contribuyeron a la 

gestión de los paisajes rurales que tanto valor turístico atesoran recientemente. Por 

tanto, no se debe sucumbir al error de la defensa de lo rural sin la agricultura, ya que 

puede generar mayores desequilibrios en los medios rurales. 

 

Hay unas expectativas sólidas y razonables sobre la capacidad del turismo en los 

procesos de desarrollo rural integrado, sin embargo éstas no deben ser magnificadas y 

hay que tener en cuenta que deben coordinarse con las condiciones ambientales y los 

intereses de la población local. El desarrollo rural sostenible, integrado y participativo, 

pasa en primer lugar por el reconocimiento de la actividad agrícola como algo esencial 

en cualquier estrategia, buscando las maneras de complementar esas rentas con otras 

actividades. Una de esas actividades posibles puede ser el turismo, ya que ante la 

creciente demanda de este destino y producto, es relativamente fácil lograr el éxito. No 

obstante, no debe ser la única actividad complementaria, pues hay muchos otros 

aspectos que se deben fomentar desde las políticas de desarrollo para lograr la mejora de 

la calidad de vida de la población rural. A partir de la garantía del acceso a la 

exportación y el derecho a la propiedad, del establecimiento de mejoras en la 

comercialización que evite a los intermediarios, de la generación de estrategias para 

posibilitar el acceso al crédito y del fomento de la producción y comercialización 

colectiva o cooperativa, se pueden crear nuevos modelos que reporten beneficios a las 

poblaciones locales. 

 

La globarruralización en definitiva, constituye el proceso contemporáneo a través del 

cual el medio rural se ve sometido a los cambios derivados del proceso globalizador. 

Este concepto se relaciona de manera directa con los de multifuncionalidad rural y 

nueva ruralidad, así como con la generalización de las nuevas tecnologías y la Sociedad 

de la Información en el sector del turismo rural. Si bien por un lado, se puede hablar de 

las oportunidades que este proceso comporta para el medio rural, por otro hay que tener 

en cuenta las amenazas que genera. Para que se pueda hablar de que la globalización 

beneficia a los medios rurales, es necesario un verdadero compromiso institucional y 

social, pero sobre todo fomentar el desarrollo denominado endógeno, sostenible, 

integral y participativo. 

 

El artículo científico se puede consultar a través de:

 

JIMÉNEZ, Rosa María. Globarruralización: como el medio rural se ve afectado por la globalización y las TIC. GeoGraphos. Revista Digital para Estudiantes de Geografía y Ciencias Sociales. 2014, vol. 5, nº 67, p. 238-312. En línea: http://rua.ua.es/dspace/handle/10045/37074

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



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